Ser inversor principiante puede asustar, pero lo cierto es que si vas paso a paso todo resulta más sencillo de lo que parece a priori. Sabemos que la información de la que disponemos es excesiva, pero hay algo que no puedes obviar: los ratios de bolsa.
Los ratios son indicadores que nos permiten comparar distintas acciones, e incluso ellas mismas en distintos momentos del tiempo. Podemos decir que son una especie de ayuda para el inversor, que nos guía.
Gracias a ellos, podemos elegir mejor en qué acciones invertir en función de nuestro perfil de inversor e incluso qué posiciones adquirir. De hecho, conocer los más básicos son esenciales para tomar decisiones de inversión fundadas y con cierto conocimiento.
Pero tranquilo, no hace falta que seas tú mismo quien los calcula. La gran mayoría de empresas que cotizan en bolsa publican sus ratios principales en los medios financieros.
PER, Ratio relación precio – beneficio.
Posiblemente de los ratios más conocidos. Se usa popularmente para determinar si el precio de una acción está ajustado a su valor o no.
El PER nos muestra cuántas veces se paga el beneficio neto anual de una empresa al comprar acciones a su precio actual. En otras palabras, podemos decir que este nos indica el número de años que el propietario de la acción tardará en recuperar su inversión.
La fórmula para calcularlo es la siguiente:
PER= Precio/Beneficio por acción
Cuánto más alto sea el PER, más dinero estará pagando el inversor por cada unidad de beneficio que genera la empresa en la que ha decidido invertir.
Así, cuando el PER está entre 0 y 10, por lo general la empresa está infravalorada, de 10 a 17 se considera que es óptimo y por encima de 20, que haya una burbuja sobre ella o su sector.
Rentabilidad por dividendo.
Este ratio es sencillo de adivinar a qué se refiere, pero resulta clave tenerlo presente antes de tomar decisiones de inversión.
Con él descubrimos qué cantidad de la inversión recuperamos al hacerse reparto de dividendos. De hecho, los dividendos son una de las principales formas de conseguir rendimientos a través de la compra de acciones.
Podríamos decir que es una forma rápida de medir la productividad de la inversión que hemos hecho.
La fórmula para calcularlo es lo siguiente y, evidentemente, cuanto más alto sea mejor para el inversor, al menos a corto plazo:
Rentabilidad por dividendo (%) = (Dividendo por acción / Precio de mercado de la acción) * 100
Beneficio por acción.
Puede parecer similar a la anterior, pero hay diferencias notorias para el inversor. El beneficio por acción, llamado BPA, es la porción de beneficio que corresponde a cada una de las acciones de una empresa.
Por lo general, este dato se usa de forma complementaria al PER.
La fórmula para calcularlo es la siguiente:
Beneficio por acción = Beneficio Neto/ Número medio de acciones
Resumen
Si tenemos el PER, resolveremos cuántos años tardaremos en recuperar nuestra inversión.
Si tenemos la rentabilidad por dividendo, resolveremos qué porcentaje obtendremos al invertir en esa empresa.
Si tenemos el BPA, resolveremos qué valor nos genera la empresa como accionistas.
PER – Price Earning Ratio | ¿Cuántos años tardaremos en recuperar nuestra inversión? |
BPA – Beneficio Por Acción | ¿Cuánto valor nos está generando la empresa al accionista? |
Rentabilidad por dividendo | ¿Qué porcentaje obtenemos al invertir en esa empresa que reparte dividendos? |