La primera inversión ha de ser especial, puesto que solo va a haber una. De hecho, podríamos decir que es la más difícil porque es la que supone “cruzar la barrera”. Si invertir es un proceso complejo, este primer paso puede serlo aún más. Una vez lo hagas, el resto vendrán solas, pero es importante prestar especial atención a esta primera.
Por eso, es importante hacerlo con cautela y conocimiento de causa.
Te dejamos por aquí cinco consejos claves para que esta primera inversión sea todo un éxito y se convierta en la primera de muchas.
Consejo 1: Fíjate una cantidad para invertir.
Pon todo sobre la mesa. Determina qué dinero tienes, cuál quieres apartar y dejar al margen de la inversión y cuál decides invertir. Recuerda que es importante dejar fuera una parte lo suficientemente grande como para hacer frente a imprevistos que pueda surgir, como una reparación doméstica o incluso un despido.
Una vez lo tengas, del disponible para la inversión, selecciona una parte pequeña, alrededor de un 20%, para este primer movimiento.
Consejo 2: Empieza por lo conocido.
Siempre has de invertir en productos que conozcas y que puedas explicar, pero en esta primera inversión, esta premisa cobra especial importancia. Deja a un lado todos los productos complejos y sofisticados y céntrate en lo más básico; hay que ir paso a paso.
De esta forma, ocurra lo que ocurra con el rendimiento de la inversión, podrás comprenderlo y sacar aprendizaje para la próxima. Es recomendable realizar algún curso para formarse antes de realizar tu primera inversión.
Consejos 3: Busca comisiones bajas.
La mayoría de brokers cobra comisiones por movimientos, y esto no lo vas a poder evitar. Lo que sí sería interesante, ahora que estás empezando y pueden haber muchos cambios de opinión, es que busques uno que cobre comisiones relativamente bajas para poder operar con tranquilidad.
Recuerda que el objetivo de un inversor largoplacista no ha de ser estar constantemente moviendo el dinero, pero en los inicios es normal que hayan ciertos vaivenes.
Consejo 4: Ve a por un rendimiento asegurado.
Este quizá es el punto más difícil, pero si te has asesorado o formado bien, será relativamente fácil conseguirlo – por pequeño que sea.
La idea aquí no es ganar desde el inicio, pero sí darte la motivación suficiente para seguir invirtiendo. Además, si consigues cierta rentabilidad significativa, puedes reinvertirla y empezar el flujo necesario para crecer tu patrimonio.
Consejo 5: En cuanto puedas, diversifica.
Sabemos que esto no es el primer paso ni por asomo, pero es esencial tenerlo en cuenta, especialmente de cara a la segunda operación.