El contexto de recesión que vivimos ya ha afectado a todos los sectores, y el mercado de vivienda empieza a mostrar signos de contracción. Los expertos predicen que el mercado este año crecerá como mucho un 1% y esperan que en 2004 comience a decrecer.
El mercado de vivienda en clara ralentización
Pese a que es la inversión favorita de los españoles, el mercado inmobiliario empieza a mostrar signos de contracción. La subida de los tipos de interés ha producido un endurecimiento de las condiciones crediticias((La inflación y los tipos de interés protagonizan el inicio de 2023)) que, sumadas a la incertidumbre a la que está sumida la economía mundial, dificultan las inversiones. Sea como fuere, la recesión en nuestra Nación es mucho menos severa que en otros países, hasta el punto de que los expertos descartan una abrupta caída del mercado.
En este sentido, si bien se espera un decrecimiento marcado, hay algunos factores que hacen pensar a los expertos que no habrá un hundimiento de los precios.
El mercado se estancará en 2024
Según las previsiones de ING, habrá un crecimiento promedio del precio del 1% en 2023 y del 0% en 2024. Sus anteriores proyecciones eran menos esperanzadoras en realidad, anunciando que en 2023 el mercado no crecería, pero desde la entidad consideran que el continuo crecimiento de los precios a principio de año, pese a la corrección que se está dando ahora, arroja un resultado algo positivo en relación con el crecimiento del mercado.
Sin embargo, todo apunta a que el año que viene los precios empezarán a caer ya que no se espera que el BCE cese en su política de crecimiento de los tipos de interés.((El BCE sigue en guardia contra la inflación))
Factores que impiden pensar en un hundimiento
Existen una serie de factores por los que los expertos llaman a la calma con respecto de esta ligera corrección de precios que el mercado de vivienda está sufriendo:
- Caída de los costes de la energía, que permiten liberar dinero para pagar la hipoteca
- Aumento de los ingresos por la subida de los salarios nominales tras la fuerte caída de poder adquisitivo que los españoles sufrimos en 2022.
- Bajo desempleo que conlleva una subida de la renta nacional bruta.
- Crecimiento continuado de la demanda al tiempo que se reduce la oferta, que por la ley de oferta y demanda producirá una reducción de esa corrección.