Felipe VI, el Rey de España, ha convocado una nueva ronda de consultas tras el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Tal y como estaba previsto, tampoco consiguió mayoría simple en la segunda ronda de votación. Sin embargo, ha recibido un NO menos por el fallo que ha cometido al votar uno de los diputados de Junts.
La investidura de Feijóo ha fracasado
Feijoo se ha enfrentado a una investidura perdida desde su inicio, después de no conseguir aunar los apoyos suficientes para su consecución. Con el fantasma de la amnistía en el aire y tras unas elecciones en las que todos ganaron y perdieron al mismo tiempo, Feijoo se ha enfrentado al reto de la investidura frente a un Congreso que lo ha rechazado al quedarse a 4 votos de la mayoría absoluta.((Nota de prensa del congreso anunciando la segunda ronda))
Pese al fracaso, fuentes del partido concluyen que el debate lo ganó el candidato, el cual pese a no lograr la investidura habría salido reforzado.
Nueva ronda de consultas
Tras el líder del Partido Popular, se inicia un periodo de dos meses en los que el Rey podrá realizar otra ronda de consultas. Si todo va como se espera, esta vez escogerá a Pedro Sánchez.
Otra investidura compleja.
Sin embargo, Pedro Sánchez no lo tiene mucho más fácil. Parte con menos escaños seguros que Feijóo, al contar con los del PSOE y la mayoría de los de Sumar. Pese a que parece que lo den por hecho, tendrán que pasar por aprobar una amnistía peligrosa para el crédito político de partido, que, sin embargo, ha soportado hasta ahora numerosos vaivenes: pactar con los independentistas, el giro con el Sahara…
Frente a ellos, los posibles socios de investidura especulan cada vez más con el coste de sus votos: amnistía, nuevo proyecto político con el que privilegiar aún más al País Vasco y Cataluña e incluso un eventual refrendo de independencia. En cuanto a Sumar, está atravesando una crisis política interna por la inestabilidad de la coalición que representa y los últimos coletazos que está pegando Podemos para evitar desaparecer.
En caso de no prosperar, lo previsible es que el 14 de enero los españoles volvamos a ser convocados a votar en las urnas de nuevo.