McDonald’s Corp. (MCD) en gráfico semanal con Estocástico (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de negociación
Fuente: Visual Chart y elaboración propia.
La cadena de restaurantes de comida rápida norteamericana explota al alza recientemente dejando atrás una tendencia lateral que llevaba instalada en la cotización desde el pasado año 2012, acumulando prácticamente cuatro ejercicios entre los 100$ y los 85$ por acción. Desde una perspectiva a nivel exclusivamente de precios, la evolución de la compañía es muy robusta, puesto que el duradero tramo lateral citado ha permitido a su cotización a volver a reunirse con su tendencia alcista primaria de largo plazo que parte desde los 12,12$ del pasado año 2003.
Alcanzar la directriz alcista primaria le ha permitido iniciar el impulso al alza desde la zona de soporte relevante a medio y largo plazo situado en torno a los 87,62-87,50$, impulso que se beneficia de la divergencia alcista aparecida en el oscilador MACD permitiéndole romper con la zona de los 103,70$ que funcionaba como resistencia del tramo lateral de los últimos años. En este sentido, la cotización alcanza nuevos máximos anuales e históricos, aunque esto deja de ser novedad porque la cotización se encuentra en plena subida libre, y cada semana asistimos a nuevos récords de cotización rumbo a los 120$ por acción.
El reciente impulso al alza deriva en lógicas lecturas de extraordinaria sobrecompra acumulada, niveles no vistos nunca en el oscilador MACD. Por ello, es natural pensar que la cotización debería consolidar los recientes avances ya sea en tiempo o en profundidad. Cualquiera que sea el camino, debemos vigilar la zona de soporte más ajustada al precio actual situada en los 109,60$ por acción, soporte intermedio antes de alcanzar el verdadero soporte de los 103,70$.
El volumen de contratación acompaña la superación de niveles de resistencia previos, por lo que consideramos que la continuidad de la estructura creciente de fondo es muy resistente y, por tanto, una corrección ya sea en tiempo o en profundidad que permita la normalización de lecturas en los osciladores de precios, será un momento óptimo para probar largo en cartera. Vigilamos los soportes citados a corto plazo como puntos de entrada.