Lo primero de todo, ¡enhorabuena! Después de mucho pensar, planificar y organizar al fin te has animado a hacer tu primera inversión y eso es de celebrar. A partir de ahora, si sigues por el buen camino y eres capaz de mantener un mínimo de disciplina, verás cómo tus ahorros crecen paulatinamente y de forma sostenida en el tiempo.
Desde hoy puedes decir que eres un inversor. Veamos qué tres cosas deberías meter en tu lista de tareas.
Mantente informado y no dejes de aprender.
Los mercados financieros están en constante cambio y hay muchísimo que aprender de ellos. Por tanto, para asegurarte de que saben en todo momento que haces y que tomas decisiones fundamentadas, es crucial que consideres dos puntos: informarte y formarte.
Por un lado, informarte supone estar al tanto, sino a la última, de los suceso que puedan afectar al mercado, especialmente económicas, pero también políticas y sociales. Recuerda que el mercado es un ente vivo y puede cambiar drásticamente de hoy para mañana. Como buen inversor, deberías revisar periódicamente los cambios en los distintos sectores y ver cómo estos afectan. Como recomendación, te decimos que elijas al menos tres medios de comunicación sobre inversión y cojas la costumbre de leerlos.
Por otro lado, es altamente recomendable que sigas formándote; así podrás subir de nivel y acceder a más y mejores activos. Cuando iniciamos empezamos por lo básico, pero dentro del mundo de la inversión hay un sinfín de opciones que podemos explorar conforme aumentamos nuestros conocimientos. Además, más formación siempre significará mejores decisiones y por tanto, mejores resultados.
Para asegurarte de que este punto se cumple, tienes un amplio abanico de opciones, desde libros hasta películas, pasando por prensa y cursos online. Tú decides qué formato se adapta mejor a ti.
Haz un seguimiento de tu cartera tras tu primera inversión.
La idea de invertir a largo plazo conlleva el no estar constantemente encima del mercado mirando qué sube o qué baja cada día. Pero eso no quiere decir que tengamos que olvidarnos de que tenemos una cartera de inversión con distintos activos.
Precisamente mantenernos al tanto de la actualidad financiera es útil para asegurarnos de que todo anda bien.
En función de la estrategia que estemos siguiendo deberíamos hacer un tipo de seguimiento u otro, pero siempre con la idea de que hemos de estar pendientes de qué pasa con nuestro dinero.
Crea una buena rutina.
Nada como los pequeños hábitos para conseguir resultados; y en el mundo de la inversión no iba a ser menos. Los hábitos y las rutinas nos aseguran cierta constancia que es clave para conseguir aquello que nos proponemos.
En el caso de la inversión, lo ideal sería que te plantearas un mínimo de inversión mensual y lo agendaras como algo fijo, salvo excepción. Así te aseguras de que tus aportaciones son periódicas y de que tu patrimonio crece mes a mes.