Si estás a punto de invertir en bolsa, posiblemente uno de los aspectos que más te inquiete es: “¿y cuándo recuperaré mi inversión?”. Haces bien preguntándotelo. El horizonte temporal es uno de los puntos más decisorios de cualquier inversión en bolsa, y especialmente en tiempos de incertidumbre y agitación como los que vivimos. En Universidad de Bolsa te ayudamos respondiendo a la pregunta ¿corto o largo plazo?
Como prácticamente cualquier decisión dentro del mundo de la inversión, depende de las condiciones y situación de cada inversor particular, aunque nosotros tenemos clara nuestra preferencia, y hoy te vamos a contar nuestros cuatro motivos.
¿Qué preferimos nosotros?
Si tienes la ocasión y no hay nada adicional que te lo impida, invierte siempre pensando en el largo plazo.
Por supuesto, existe la opción de ganar y hacer dinero en el corto plazo, pero en este caso casi seguro estaríamos hablando más de trading que de inversión.
Si lo que buscas es aumentar tus ahorros de forma sostenible en el tiempo, pensar en el largo plazo en cada decisión te será de gran ayuda, ¡y beneficio!
¿Por qué preferimos el largo plazo?
Te damos cuatro buenas razones:
Más beneficios.
Al invertir pensando en el largo plazo no nos dejamos llevar por las emociones. Es más que común que a que los inversores compren y vendan movidos por el miedo y la euforia que despierta el mercado, y esto rara vez genera ganancias.
Para crecer realmente el patrimonio, has de olvidarte de los beneficios a corto plazo. Con que te asegures de que la empresa sigue ganando y sigue subiendo, tu inversión estará en buen lugar.
Por supuesto, si hemos hecho buenas decisiones, cuanto más tiempo le demos a las empresas para prosperar, más beneficios terminaremos obteniendo nosotros.
Menos riesgo.
El largo plazo calma casi todas las aguas. Y en la inversión no iba a ser menos.
Al invertir pensando en mantener la operación un tiempo determinado, por lo general, se hacen muchas menos operaciones, lo que reduce el riesgo de ir perdiendo en cada una.
Por supuesto, habrán subidas y bajadas en bolsa, pero la tendencia general es creciente, por lo que si hemos trabajado por crear una buena estrategia diversificada (con stop loss incluidos) es más que probable que ganemos con el tiempo.
Más Interés compuesto.
“El interés compuesto es la octava maravilla del mundo, aquel que lo entiende, lo gana; aquel que no, lo paga”, decía Albert Einstein. Y nosotros no íbamos a desdecirle.
De hecho, posiblemente este fenómeno sea de los motivos más interesantes para pensar en el largo plazo al invertir.
De forma sencilla, podemos decir que funciona así: si inviertes y no tocas los resultados de la inversión, los beneficios se suman al capital inicial y se reinvierten, haciendo que la inversión crezca exponencialmente.
Como ves, este efecto multiplicar cobra más y más fuerza con el tiempo.
Menos comisiones.
Esta ya te la habíamos adelantado en el primer punto, pero es importante recalcarla.
En bolsa, se pagan comisiones esencialmente por hacer movimientos: a más operaciones, más comisiones. Puede parecer trivial pero lo cierto es que una combinación de muchos movimientos con poca rentabilidad puede hacer que la operación quede casi a cero.