Es posible que no hayas oído hablar de ella antes, pero lo cierto es que la Teoría de Dow es de las más usadas a la hora de invertir por lo que, seguro, hay algo que podamos extraer para añadir a nuestras decisiones de inversión.
¿En qué consiste la Teoría de Dow?
La Teoría de Dow, desarollada por Charles Dow, está considerada la base del análisis técnico de los mercados financieros, que tiene como objetivo analizar las tendencias tanto de mercados como de activos.
La idea básica de esta teoría es que la acción del precio del mercado muestra toda la información del mercado y está, a su vez, compuesta de tres tendencias principales, representadas en cualquier gráfico de cotización.
- Tendencia primaria: Es la más importante puesto que representa las expectativas a largo plazo del mercado y por tanto, suele comprender a partir de un año; o más.
- Tendencia secundaria: Esta tendencia va al contrario que la tendencia principal y puesto que dura unos cuantos meses, representa el medio plazo.
- Tendencia terciaria: La más breve, puesto que dura como máximo, semanas. Tiene la misma tendencia que la principal.
¿Quién es Charles Dow?
Charles Dow fue un reconocido economista y periodista de finales del siglo XIX que entre otras cosas; creó distintos índices bursátiles, del ellos el más conocido el Dow Jones.
Entre sus aportaciones al mundo de las inversiones, destaca su Teoría del Dow, creada a partir de sus propios principios de inversión y que fue acuñada post mortem.
¿En qué principios se basa la Teoría de Dow?
Repasemos los puntos principales para entender a fondo en qué consiste esta teoría:
- El mercado es un reflejo perfecto: Cualquier cosa que pueda afectar a oferta y demanda, sea lo que sea, el precio lo recoge.
- Hay tres tipos de tendencias y tres partes de la tendencia: Los tipos son los que ya hemos mencionado y las partes son; la principal (que se compara con los flujos en costa), la secundaria (que muestra las correcciones de la primera parte de la tendencia y que se compara con las ondas) y la insignificante, también conocida como ruido (que muestra las fluctuaciones que sufre la tendencia secundaria).
- Los índices bursátiles ha de confirmarse uno a otro: para ello, debían superar el pico anterior, así podía conocerse cuándo se iniciaba una tendencia alcista… Dow decía que las curvas de los índices Industrial y Ferroviario (se trataba de los índices Dow Jones) debían superar el pico anterior para confirmar el inicio o la continuación de una tendencia alcista.
- El volumen es confirmación casi directo de la tendencia: cosa que depende de la dirección del movimiento del precio, que ha de coincidir con la tendencia.
- La tendencia sigue hasta que aparezcan que lo contradicen: por lo que el trabajo del inversor analista una vez detectada la tendencia, es bucar señales que digan lo contrario.
¿Qué debería extraer de esta teoría?
Lo cierto es que esta teoría está basada en unos fundamentos sólidos que como ves, han resistido el paso del tiempo; aunque eso no quiere decir que sean la única verdad en bolsa.
De hecho, existen muchos activos e índices que confirmar los principios de Dow; aunque sí que es cierto que otros mercados, como el Forex o el tan comentado de criptomonedas escapan de estos baremos.
Por lo que, como de todo, hemos de sacar las enseñanzas más clave y trata de aterrizarlas en nuestra propia estrategia de inversión. Desde nuestro punto de vista, lo más reseñable de la teoría de Dow es asumir que en el mundo bursátil, los activos, índices y mercados se mueven de forma cíclica y que por lo general, siguen un movimiento paralelo que si o si, hemos de conocer.