Existen infinidad de estilos y estrategias de inversión pero sin duda, uno de lo más recomendados y que más vas a escuchar es el análisis técnico y dentro de él, sus conocidas bandas de bollinger.
Este método es uno de los más lógicos dentro del mundo de las inversiones y merece la pena estudiarlo en profundidad para considerarlo como una opción, aunque es cierto que para ver sus mejores resultados se ha de hacer un estudio y revisión constante del mercado – no apto para principiantes.
¿Qué es el análisis técnico?
El análisis técnico pone como prioridad los movimientos de precios de un activo en concreto y asume que este predice sus valores futuros. Esto quiere decir que no considera relevante las razones por las que un activo en concreto o el mercado general suben y bajan, sino que se centra en la oferta y la demanda.
De hecho, eso último es justo la clave del análisis técnico, por lo que lo importante será estudiar al detalle el valor de cotización y tratar de averiguar a qué se debe, puesto que es el que refleja cualquier dato que le pueda afectar, desde datos macroeconómicos, pasando por psicología o sentimiento del mercado.
Para ejecutarlo, existen distintos componentes o herramientas que no pueden faltar, como gráficos, tendencias, precio de cierre, y en especial, las bandas de bollinger.
¿Qué son las bandas de bollinger?
Las bandas de bollinger, desarolladas por el operador técnico John Bollinger, son unos indicadores propios del análisis técnico que sirven esencialmente para entender si un activo se está negociando o no fuera de sus niveles habituales. De esta forma, son especialmente útiles para detectar cuando un activo está sobrevendido o por el contrario, sobrecomprado.
Visualmente, son un conjunto de líneas de tendencia que se trazan a doble desviación estándar (positivas y negativas) de una media móvil simple (SMA) de precio de un valor concreto, pero que el propio inversor puede modificar según sus preferencias.
¿Cómo funcionan las bandas de bollinger?
Se ha de diferencia que existen tres líneas:
- La línea media es una media móvil del precio, que suele ser por defecto de veinte periodos.
- La banda superior viene del cálculo de la desviación estándar del precio sumado al valor medio móvil.
- La banda inferior se calcula a través de la resta de la desviación estándar menos el el valor medio móvil.
De esta forma, la banda superior e inferior crean una especie de rango sugerido para el precio, a la vez que sirven como indicador de volatilidad del precio. Cuanto más se junten ambas bandas, menor será la volatilidad del activo y viceversa.
Que los precios se acerquen a la banda superior, supondrá que se está sobrecomprando, mientras que los precios se acerque a la banda inferior, significará que se está sobrevendiendo.