El riesgo es clave a la hora de invertir. En función de la aversión al riesgo que tengas y de la capacidad de soportar que tus inversiones bajen sin perder el control, tendrás un perfil tipo de inversor u otro.
Entonces, vayamos por partes.
¿Qué es la aversión al riesgo?
La tolerancia al riesgo es el grado de variabilidad de los rendimientos de las inversiones que un inversor está dispuesto a tolerar. Como decíamos al principio, esta tolerancia es un componente clave a la hora de invertir: debes tener ideas realistas sobre tus capacidades y tu disposición a asumir grandes fluctuaciones en el valor de las inversiones; de lo contrario, podrías entrar en pánico y vender en el momento equivocado.
La tolerancia al riesgo suele estar relacionada con la edad, pero no siempre es un factor determinante. Por lo general, los jóvenes tienden a ser más tolerantes porque tienen un horizonte temporal más largo que las personas mayores que se acercan a la jubilación o ya están jubiladas.
Puesto que es un factor tan determinante en el mundo de las inversiones, existen muchas evaluaciones de la tolerancia al riesgo para los inversores, tanto a nivel particular como profesional, incluidas las encuestas o cuestionarios que evalúan los riesgos de los distintos activos.
Tipo de inversor
Veamos los tres perfiles clásicos de inversor que puedes ser en función de tu capacidad para tolerar el riesgo en tus inversiones. ¿Qué tipo de inversor es el tuyo?
Inversor agresivo.
Los inversores agresivos suelen ser expertos en el mercado, debido a su conocimiento de los valores. Este profundo conocimiento les permite, al igual que a los inversores institucionales, comprar instrumentos muy volátiles, como acciones de pequeñas empresas que pueden caer en picado o contratos de opciones que pueden expirar sin valor. Al tiempo que mantienen una base de valores sin riesgo, los inversores agresivos maximizan la rentabilidad con el máximo riesgo.
Inversor moderado.
Un inversor moderado es alguien que acepta cierto riesgo para el capital, pero adopta un enfoque equilibrado con horizontes temporales de cinco a diez años. Combinando fondos de inversión de grandes empresas con bonos menos volátiles y valores sin riesgo, una estrategia típica para los inversores moderados podría incluir la inversión de la mitad de su cartera en un fondo de crecimiento que pague dividendos también.
Inversor conservador.
Los inversores conservadores están dispuestos a aceptar poca o ninguna volatilidad en sus carteras. A menudo, los jubilados que han pasado décadas acumulando sus ahorros no están dispuestos a permitir ningún riesgo de ese capital. Un inversor conservador se centra en vehículos garantizados y de gran liquidez.
¿Debería invertir de forma agresiva, moderada o conservadora?
Invertir puede dar miedo, porque las consecuencias de una mala elección suponen la diferencia entre tener dinero suficiente para vivir o no. No quieres renunciar a la rentabilidad, pero tampoco quieres sacrificar tu capital en función de la etapa de la vida en la que te encuentres; aunque invertir siempre debe conllevar cierto riesgo.
Es natural que tus necesidades cambien con el tiempo, como cuando te acercas a un hito en la vida, como la universidad o la jubilación. En esos momentos, es posible que desees pasar al modo de conservación en lugar de al de crecimiento.
Es importante vigilar tu cartera y revisarla periódicamente para poder reconocer las necesidades cambiantes y trasladar tus ahorros a cualquier vehículo de inversión que sea apropiado para la situación actual.
Tomar el control de su futuro financiero con inversiones prudentes y ser consciente de los pros y los contras de las carteras conservadoras o agresivas te permite avanzar hacia la estrategia que más te convenga.