La quiebra del SVB ha producido un efecto bola de nieve que ha contagiado a todo el sector financiero. Su derrumbe relámpago se ha llevado por delante las inversiones de muchas empresas y start-ups punteras vinculadas al banco. Sin duda, una quiebra tan abrumadoramente rápida ha aumentado la enorme incertidumbre que sufren los mercados, en un contexto de recesión y de subida de los tipos de interés.
En España, este terremoto ha golpeado al IBEX 35, que cerró el lunes pasado con una caída del 4,5%, si bien el martes se estabilizó por encima de los 9100 puntos, reduciendo esa caída al 2,8%. No obstante, empero, recordemos en cualquier caso que hace una semanas aspiraba a superar los 9000, por lo que la situación vista en perspectiva es mejor de lo que a priori podría parecer.
¿Cómo afecta la quiebra del SVB a las inversiones españolas?
En este sentido, si bien se ha dejado notar el terremoto, en las cuestiones más puramente numéricas no ha supuesto un grave problema para la economía española. Además, la banca española no tenía inversiones directas en el SVB.
Lo que sí afecta en buena medida es la creciente incertidumbre contextual que empuja a los inversores a retraerse y apostar por inversiones de menor riesgo posible. En cualquier caso, según informan los expertos, los bancos españoles disponen de una inversión más diversificada, lo que a priori debería garantizar su seguridad.
Ralentización de la subida de tipos prevista
Otro de los efectos indirectos de la quiebra del SVB es la ralentización en la subida de los tipos de interés que lleva protagonizando la economía europea desde el año pasado.
Esta subida, motivada por el ascenso galopante de la inflación y la recesión, conllevó un generalizado retroceso de las inversiones, entre cuyas consecuencias, en última instancia, se encuentra la quiebra del banco de Silicon Valley. Según los expertos, este suceso podría empujar a los bancos centrales a reducir las subidas para favorecer las inversiones.