El análisis técnico es una filosofía de inversión que se basa en el estudio del histórico de precios de un activo para tratar de predecir su evolución futura. A lo largo de este artículo abordaremos en qué consiste, cuáles son sus principales componentes y los peligros que puede conllevar.
Índice
¿Qué es el análisis técnico?
El análisis técnico es una filosofía de inversión que se basa en el estudio del histórico de precios de un activo para tratar de predecir su evolución futura. La gran mayoría de las metodologías basadas en el análisis técnico entienden que la variabilidad del precio de un activo tiene un componente intrínseco, naturalizando una realidad sumamente contingente.

Los analistas técnicos utilizan los gráficos y los estudian trazando figuras a fin de tratar de predecir el movimiento del precio. A tal fin tienden a utilizar numerosos indicadores con los que tratan de dar consistencia a sus operaciones. Aunque hay quienes invierten a largo plazo empleando esta suerte de astrología posmoderna, por lo general se utiliza en estrategias cortoplacistas, donde el riesgo se multiplica considerablemente.
Una filosofía providencialista. Los peligros del análisis técnico
El análisis técnico, aunque ampliamente utilizado en los mercados financieros, posee un componente providencialista que puede generar falsas certezas entre los inversores. Se basa en la identificación de patrones históricos en los precios de los activos con la premisa de que estos se repetirán en el futuro, lo que otorga a los gráficos una aparente capacidad predictiva.
El sesgo de confirmación
Sin embargo, esta creencia está condicionada por sesgos cognitivos, especialmente el sesgo de confirmación, que lleva a los operadores a ver regularidades donde puede no haberlas, interpretando los datos de manera que refuercen sus hipótesis previas. La realidad del mercado es que los movimientos de precios están sujetos a una combinación de aleatoriedad y contingencia, donde los factores externos, imprevistos y no cuantificables juegan un papel crucial.
Falsa sensación de control
Esta dependencia de patrones históricos puede inducir una falsa sensación de control, lo que lleva a los inversores a tomar decisiones confiando en estructuras pasadas sin reconocer que el futuro es esencialmente desconocido. Aunque algunas herramientas del análisis técnico pueden ser útiles como referencia o como complemento a otros métodos de inversión, su aplicación indiscriminada puede hacer que los operadores subestimen el carácter dinámico y caótico del mercado.
La búsqueda de certezas en el análisis técnico puede, paradójicamente, convertirse en un riesgo en sí mismo, ya que obvia que la evolución de los precios no está predestinada por patrones inmutables, sino influenciada por una multitud de variables económicas, políticas y psicológicas que escapan a cualquier fórmula predefinida.
Los pilares del análisis técnico
Dentro del análisis técnico, has de prestar especial atención a:
- PRECIO DE COTIZACIÓN. La variable por excelencia. Dictamina el precio de la acción de estudio en el mercado. Se suele representar por medio de una gráfica de barras y en los gráficos siempre se sitúa arriba.
- VOLUMEN BURSÁTIL. Unidades o contratos que se han operado durante un periodo determinado. Suele venir representado como una barra vertical situada por debajo de la gráfica de cotizaciones.
- INTERÉS ABIERTO. Número de contratos que siguen abiertos a la hora de cierre. Se identifica por medio de una líne continua por debajo de la acción del precio y por encima de la de volumen.
Componentes más comunes
1. Gráficos > Básicos para entender el movimiento de los precios a lo largo del tiempo y en periodos específicos. Pueden haberlos de todas las formas; líneas, barras, velas, puntos…; lo interesante es que el inversor sepa extraer información.
2. Tendencias > Esta es la forma que tenemos de ver qué curso han seguido los precios de determinado activo, tanto en el corto, como en el medio y largo plazo. Son especialmente útiles para detectar niveles de soporte y resistencias, así como predecir el futuro.
3. Índices > Sirven como indicadores por si mismos, y más potentes aún si se comparan entre si, sobre todo en sectores cíclicos o incluso con su propia trayectoria.
4. Patrones > Similar a las tendencias, pero con cierta diferencia. En este caso hablamos de pautas de comportamiento que se repiten en el mercado, basándose sobre todo en interpretaciones psicológicas o emociones.
5. Precio de cierre > Valor que tiene cada activo al cerrarse la sesión diaria.
6. Volumen y brechas > El volumen es el número total de operaciones financieras que se han realizado en un periodo determinado mientras que las brechas, también conocidas como agujeros, son intervalos en los que no han existido transacciones. Ambos pueden indicar informaciones valiosas para el inversor.
7. Soporte > Es el nivel de precios por debajo del actual, también conocido como suelo.
8. Resistencia > Al contrario que soporte, es el nivel de precios por encima del actual, también conocido como techo.
9. Medias móviles > Encargadas de medir los posibles cambios de tendencia del precio de cierre de un activo, por medio de promedios.
10. Divergencias> Pueden haber de muchos tipos y combinaciones, pero su tarea principal es alertar de los desequilibrios entre el precio actual de un activo y el indicador de mercado encargado de medir a ese mismo activo.