El Banco de Inglaterra (BoE) se planta y mantiene los tipos al 5% frente a las rebajas de otras instituciones. Desde la institución se mantienen alerta y no quieren mover ficha hasta que la inflación esté completamente controlada.
El Banco de Inglaterra mantiene tipos
El Banco de Inglaterra no se fía. Mientras el BCE inició el ciclo de reducción de tipos con una bajada de 25 puntos y la FED hizo lo propio doblando la apuesta, el BoE se ha cerrado en banda y mantiene los tipos al 5%. No es, sin embargo, algo que haya sorprendido al mercado, que esperaba esta noticia tanto como la reducciones acaecidas en la UE y los EE.UU.
«La política monetaria tendrá que seguir siendo restrictiva durante un tiempo suficiente hasta que se hayan disipado aún más los riesgos de que la inflación vuelva de manera sostenible al objetivo del 2% a medio plazo»
Comité de Política Monetaria (MPC) del BoE. Traducción del inglés.
Recordemos, en cualquier caso, que la institución ya redujo en agosto los tipos 25 puntos, en lo que fue el primer descenso desde el 2020. La guerra contra la inflación continúa y cada banco central está apostando por procesos de reducción distintos. La misión: el objetivo del 2% y evitar que la economía se hunda.
La estrategia del BoE
El Banco de Inglaterra (BoE) sigue controlando de cerca los riesgos relacionados con la persistencia de la inflación y ajustará su política monetaria según lo considere necesario en cada reunión. En la reunión actual, ocho de sus miembros votaron a favor de mantener la tasa de interés en el 5%, mientras que uno se inclinó por una reducción de 25 puntos básicos.
Las razones de la decisión
La decisión se tomó después de analizar varios escenarios, cada uno con diferentes probabilidades y riesgos. En uno de estos casos, se espera que la corrección de los shocks inflacionarios globales y la consiguiente desaceleración de la inflación general conduzcan a una política monetaria menos restrictiva.
En otro escenario, podría ser necesario un período de menor crecimiento económico y mayor relajación en el mercado laboral para normalizar completamente la inflación interna, lo que justificaría una postura monetaria más estricta. Un tercer escenario plantea posibles cambios estructurales en la economía que podrían requerir mantener una política monetaria restrictiva durante un período más prolongado.
El BoE también reduce el stock de bonos
Además, el BoE ha decidido de manera unánime reducir en 100.000 millones GBP el stock de bonos del Gobierno del Reino Unido que había comprado con fines de política monetaria, financiados mediante la emisión de reservas del banco central. Esta reducción se llevará a cabo durante los próximos 12 meses, dejando el total en 558.000 millones GBP.