Feijóo fracasa en su investidura como presidente del Gobierno en una votación que se ha saldado con 172 síes, 178 noes y ninguna abstención.
Un fracaso anunciado
Feijoo se ha enfrentado a una investidura perdida desde su inicio, después de no conseguir aunar los apoyos suficientes para su consecución. Con el fantasma de la amnistía en el aire y tras unas elecciones en las que todos ganaron y perdieron al mismo tiempo, Feijoo se ha enfrentado al reto de la investidura frente a un Congreso que lo ha rechazado al quedarse a 4 votos de la mayoría absoluta.((Nota de prensa del congreso anunciando la segunda votación de la investidura))
Sin entrar a valorar los choques dialécticos que se han dado en el Congreso en la primera investidura plurilingüe((Nota de prensa sobre la aprobación del uso de lenguas cooficiales en alguna C.A. en el Congreso)) de la historia de España, lo cierto es que Feijóo comenzó reconociendo su derrota. Ha afirmado que pudiendo obtener los votos para ser elegido, ha optado por mantener sus principios. Si bien es una aseveración que le han discutido, con principios o no, el candidato se ha quedado a las puertas de la Moncloa.
Una segunda oportunidad de cristal
Este viernes, Feijóo contará con una segunda oportunidad en la que le bastará con conseguir más síes que noes. Sin embargo, no se espera ninguna sorpresa, y obtendrá un resultado calcado al de la jornada de hoy.
Después de Feijóo
Tras el líder del Partido Popular, se inicia un periodo de dos meses en los que el Rey podrá realizar otra ronda de consultas. Si todo va como se espera, esta vez escogerá a Pedro Sánchez, quien no lo tiene mucho más fácil. Sánchez parte con menos escaños seguros que Feijóo, al contar con los del PSOE y la mayoría de los de Sumar.
Para empezar, Podemos se ha declarado en rebeldía, y aspira a que el futuro gobierno, de darse, mantenga en sus filas a las lideresas que quedan en la formación. Y, aún así, no contará con los votos necesarios si no pasa por la caja de las distintas formaciones nacionalistas e independentistas. Un nuevo modelo territorial, la amnistía, un referéndum de independencia… La investidura de Sánchez podría ser cara para el presidente y para toda España. En caso de no prosperar, lo previsible es que el 14 de enero los españoles volvamos a ser convocados a votar en las urnas de nuevo.