Terrible noticia: la DANA ha causado una auténtica catástrofe humanitaria en València. Las autoridades a estas alturas han confirmado al menos 70 muertos. La inacción institucional, en el punto de mira.
La DANA arrasa València
Noticias desastrosas: la DANA ha arrasado la Provincia de València. Si bien la tormenta azotó el interior de la provincia, la enorme cantidad de agua precipitada se acumuló y arrasó a su paso hacia la costa, produciendo una auténtica catástrofe ante las cuales las autoridades respondieron tarde.
Desde Utiel-Requena hasta los Pobles del Sud (Picanya, Paiporta, Massanasa, Alfafar, Benetúser, Aldaia, Alaquàs…), pasando por Bunyol, Turís y muchas otras poblaciones han sufrido una catástrofe humanitaria producida por el desbordamiento de los ríos Magro y Túria y el desbordamiento del barranco del Poio. Al sur, el río Júcar se ha desbordado causando destrozos en Cullera.
La ciutat de València, a salvo
Sin embargo, esta nueva reedición de la Riuà del 57 no ha afectado a la capital, que se ha librado de lo peor. El conocido como Pla Sud ha cumplido su función y ha desviado todo el caudal que iba a azotar València. Construido en los años 60 después de que las élites valencianas presionaran a la dictadura franquista para evitar que la ciudad sufriera una catástrofe similar.
No ha podido evitar la destrucción de las poblaciones al sur de la V-30, pero ha evitado la multiplicación de los destrozos al haberse evitado la total destrucción de una ciudad que alberga a cerca de 800.000 personas (un tercio de la población total de la provincia). Eso sí, no se han impedido los bulos, que han causado una histeria colectiva que recuerda a la pandemia: primero el agua y después la comida y los enseres se han agotado en los supermercados.
La inacción institucional y de numerosas empresas, en el punto de mira
Lo que empieza a estar en tela de juicio es la actuación de las instituciones. Mientras unas pocas empresas cerraban o la propia Universitat de València suspendía sus actividades el propio lunes, cuando la cosa ya se sabía que iba a ser seria, la gran mayoría de las empresas no tomaron medidas, y tampoco la Generalitat.
“Según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca por lo que se espera que en torno a las 18.00 disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana.»
Carlos Mazón en rueda de prensa a las 13.00 del 29 de octubre.
Pese a las alarmas de la AEMET a las 8.00, tampoco hubo acción institucional, y la jornada laboral corrió como otra cualquiera. Al mediodía, el president Carlos Mazón informó que a las 18.00 todo disminuiría, cosa que no sucedió.((La alerta que la Generalitat Valenciana envió a los móviles llegó cuando centenares de personas ya estaban atrapadas)) No fue hasta las 20.00 en plena catástrofe, cuando las autoridades reaccionaron. Entonces, la Generalitat hizo uso de la alarma de protección civil que salta en todos los dispositivos móviles de la zona.