El nuevo impuesto a la banca que planea el gobierno de Pedro Sánchez afectaría sobre todo al Santander (BME:SAN) y a CaixaBank (BME:CABK) pero no tanto a otras entidades como Unicaja o Bankinter.
Nuevo impuesto a la banca
Never expect the Spanish goberment of Pedro Sánchez. El nuevo impuesto a la banca en España, actualmente en negociación por parte del Gobierno con sus socios de coalición, afectaría principalmente a CaixaBank y Santander. Este impuesto introduciría un tipo impositivo gradual del 1%-7%, calculado en función de los ingresos (margen de intereses + comisiones).
Este formato sustituiría al actual, que aplica un 4,8% a entidades con ingresos superiores a 800 millones EUR. De este modo, se elimina el mínimo anterior y extendiendo el gravamen a toda la banca nacional. El tipo máximo se aplicaría a ingresos superiores a 5.000 millones EUR, generando un impacto adicional de 200 millones EUR para CaixaBank y 150 millones EUR para Santander.
No afectará a todos por igual
Entidades como Bankinter y Unicaja se verían menos afectadas debido a sus ingresos más bajos, inferiores a 3.000 millones EUR y 2.000 millones EUR, respectivamente. En cuanto al sector energético, el impacto del impuesto sería limitado. En este sentido, se prevé una suavización para aquellas empresas que mantengan compromisos de inversión en descarbonización en España, beneficiando a las energéticas que cotizan en bolsa.
Por tanto, el nuevo esquema impositivo propuesto por el Gobierno busca aumentar la recaudación de la banca y el sector energético en un marco más amplio y progresivo, aunque su impacto será desigual entre las entidades. Mientras que grandes bancos como CaixaBank y Santander asumirán una mayor carga fiscal debido a sus altos ingresos, entidades más pequeñas como Bankinter y Unicaja enfrentarán un impacto menor.
Por su parte, el sector energético podría beneficiarse de una cierta flexibilización si mantiene compromisos claros hacia la descarbonización. Estas medidas reflejan un esfuerzo por equilibrar la contribución fiscal de los sectores estratégicos, aunque podrían generar tensiones en su aplicación.