Una acción es un activo financiero que representa la propiedad de una fracción el capital social de una compañía. De este modo, se relaciona al dueño de la acción con una proporción de los activos y beneficios de la compañía igual a la cantidad de acciones de las que es propietario. Este producto financiero puede adquirirse en un gran número de brokers online.
Las acciones son compradas y vendidas principalmente en los mercados de valores, aunque también pueden haber ventas privadas, y son el fundamento de un gran número de porfolios de inversores. Estas transacciones tienen que cumplir las regulaciones del Estado que están pensadas para proteger a los inversores de prácticas fraudulentas.
Ideas básicas sobre las acciones
- Una acción es un activo financiero que indica que el poseedor tiene una propiedad proporcional del capital social de la compañía que las emite.
- Las compañías crean y venden acciones para poder obtener fondos con los que desarrollar sus negocios. Principalmente hay dos tipos de acciones: las comunes y las preferentes.
- Por lo general, las acciones son compradas y vendidas en los mercados de valores, aunque también se pueden realizar ventas privadas.
¿Por qué se crea una acción?
Las compañías crean y venden acciones con el fin de financiar sus actividades económicas. Aquellos quienes compran las acciones de una compañía (accionista) obtienen una porción de empresa y, dependiendo del tipo de acción que ostentan, pueden reclamar una parte de sus activos y beneficios. De este modo, el comprador se convierte en accionista de la compañía y su propiedad se mide en función de las acciones que posee con respecto del número total de acciones que han sido emitidas. Por ejemplo, si hay 1000 acciones emitidas y un accionista tiene 100, es dueño del 10%.
Los accionistas no tienen una compañía, tienen acciones emitidas por la compañía. Pero las compañías son una organización especial al ser tratadas por ley como personas legales. Es decir, las compañías pagan impuestos, pueden pedir préstamos, pueden tener propiedades… La idea de que una empresa es una “persona” quiere decir que es dueña de sus propios activos. Por ejemplo, el mobiliario de una oficina pertenecen a la empresa y no a los accionistas.
Esta distinción es importante porque quiere decir que las propiedades de la compañía y la de los accionistas están separadas, lo que limita la responsabilidad tanto de la empresa como del accionista. Si la empresa acaba en bancarrota, un juez puede embargar todas las propiedades de la empresa, pero no las del accionista. Tampoco te pueden forzar a vender tus acciones, aunque el valor de estas habrá caído drásticamente. Del mismo modo, si un accionista cae en bancarrota tampoco puede vender los activos de la empresa para pagar a sus acreedores.
¿Qué supone ser accionista?
Lo que los accionistas tienen es una parte del capital social de una empresa, y la empresa es dueña de los activos de una firma. Si tienes el 25% de las acciones de una compañía, no eres dueño del 25% de esa compañía, sino que más bien eres dueño del 100% de un cuarto de sus acciones. Los accionistas no pueden hacer lo que les apetezca con la empresa o sus activos, como por ejemplo llevarse una mesa de la oficina, porque no es el accionista quien es dueño de esa mesa, sino la compañía.
Tener acciones te da el derecho a votar en las Juntas de accionistas, recibir dividendos cuando son distribuidos (que son parte de los beneficios de la empresa) y vender las acciones a cualquier otra persona. Por tanto, si controlas la mayoría de las acciones, tu influencia crece hasta el punto de poder controlar indirectamente la dirección de una empresa mediante el nombramiento de su junta directiva. Esta junta es responsable de hacer crecer el valor de la compañía y muy comúnmente se conforma contratando gestores profesionales.
Para la mayoría de accionistas no poder gestionar la empresa no es un gran problema. Lo importante de ser un accionista es que eres dueño de una parte de los beneficios de la empresa, que es al fin y al cabo el fundamento del valor de las acciones. A más acciones, más porciones del pastel. De todos modos, no todas las empresas reparten dividendos y reinvierten los beneficios para seguir desarrollando sus negocios, lo cual se refleja en el valor de una acción.
Acciones comunes y preferentes
Hay dos tipos de acciones principales: las acciones comunes y las preferentes.
- Las acciones comunes normalmente permiten al propietario votar en las juntas de accionistas y recibir dividendos de la empresa.
- Las acciones preferentes no suelen tener derecho a voto, pero dotan de un mayor derecho a reclamar los beneficios de la empresa con respecto de las acciones comunes. En este caso los accionistas preferentes no tienen derecho a voto pero tienen prioridad cuando se reparten los dividendos o una compañía quiebra y es liquidada.
Dato curioso: La primera acción que fue emitida data de 1602 y era de la VOC (Compañía holandesa de las Indias Orientales)
Las empresas pueden emitir nuevas acciones si necesitan mayor liquidez. Este proceso diluye la propiedad y los derechos de los accionistas existentes (siempre que no compren alguna de las nuevas acciones). Además, las empresas también puede participar en recompras de acciones que beneficiarían a los accionistas existentes, ya que haría que sus acciones se revalorizaran.
¿Cómo se compra una acción?
La mayoría de las veces, las acciones se compran y venden en bolsas de valores, como el NASDAQ o la Bolsa de Valores de Madrid (IGBM). Una vez una empresa realiza una oferta pública inicial (IPO), sus acciones están disponibles para que los inversores las compren y vendan. Por lo general, los inversores utilizarán un broker para comprar acciones en la bolsa, que marca el precio de compra (la oferta) o el precio de venta (la demanda). El precio de la acción está influenciado por factores de oferta y demanda en el mercado, entre otras variables.
Diferencias entre las acciones y los bonos
Las empresas emiten nuevas acciones para recaudar capital con el fin de hacer crecer el negocio o llevar a cabo nuevos proyectos. Hay diferencias importantes entre comprar una acción cuando esta es emitida (mercado primario) y comprarla a otro accionista (mercado secundario). Cuando una compañía emite acciones, lo hace a cambio de dinero.
Los bonos, sin embargo, son muy distintos. Los dueños de estos activos financieros son acreedores de la compañía, y tiene derecho a reclamar intereses o bien al reembolso de los mismos. Por tanto, al poseer una acción posees una parte del capital social de la compañía, mientras que un bono representa un préstamo. Estos préstamos tienen condiciones que obligan a las empresas a devolver esos préstamos con intereses en un determinado periodo de tiempo.
Los acreedores tienen prioridad sobre los accionistas en el caso de que la empresa quiebre, por lo que se les compensará primero si la empresa se ve forzada a vender sus activos para reembolsarle los bonos. Por tanto, los accionistas en esta situación son el último mono, y lo más probable en esta situación es que se queden sin nada. Por tanto, la compra de acciones tiene un mayor riesgo que la compra de bonos.